En no pocas ocasiones nos preguntamos, e igualmente lo hacemos a amigos, compañeros, monitores, cuál es nuestra pala ideal. Qué modelo, marca, tipo es el mejor. Desde PádelSur vamos a intentar daros algunos consejos.
El precio puede no ser determinante a la hora de elegir una pala
Lo primero, y más importante, es que no todas las palas, ya sean caras o baratas, se adaptan igual a nuestra forma de jugar. Podemos tener una pala de alta gama, con un precio alto, que sea el último modelo y pertenezca al mejor jugador del mundo, y puede darse la circunstancia de que no sea buena para nuestro juego, que no sea para nosotros.
De igual modo, tenemos el ejemplo contrario, en el que, con un modelo de pala muy barato, nos adaptemos a ella de manera espectacular, como un guante. Personalmente, os aconsejamos probar las mismas y ver cuál de ellas se amolda más a vuestra manera de jugar. No es lo mismo, ser un jugador ofensivo con un remate poderoso, que un padelero con un juego más conservador y que no necesite de una pala de ataque.
Los tipos de pala que existen para jugar al pádel
A día de hoy, básicamente, existen tres tipos de formato de pala: diamante, redonda y lágrima diamante, que es aquella cuyo balance se encuentra en la parte superior de la misma. Dicha pala, como os podéis imaginar, es de ámbito más ofensivo, ya que es ideal para poder realizar remates y golpeos de presión.
No obstante, suelen ser las llamadas palas “cabezonas”, que en general pierden algo de eficacia desde el fondo de la pista y, en general, son más difíciles de manejar.
Las redondas son aquellas que, como su propio nombre indica, cuentan con un formato redondo, y cuyo punto dulce suele ser amplio y en el centro de la misma. Suelen ser de control, lo que nos da un buen golpeo desde el fondo de la pista, y en general, son menos agresivas que las palas de diamante. Lo que se busca es el control de la pelota.
Por último, las híbridas o de lágrima son el término medio entre el control y diamante. Tienen un poco de ambas palas anteriormente vistas. El balance de las mismas es variado. Algunas lo tienen en el centro, algunas un poco más arriba y otras un poco más abajo, dependiendo del formato de las mismas. A día de hoy, son las palas más demandadas en el mercado, porque aglutinan parte de la potencia de las palas de diamante y parte del control de las palas redondas.
En general, los materiales de construcción de las mismas son fibra de vidrio y fibra de carbono (aunque existen más materiales como el kevlar, titanio, aluminio…) cuyos filamentos se unen entre si para dar resistencia a la pala.
Tipos de materiales que usan las palas de pádel
Entraremos en más detalles en futuros post, pero básicamente, la gama de la fibra de vidrio es menos duradera y más pesada. Por ende, las palas son más baratas; por el contrario, la fibra de carbono es más resistente, pero también, más duradera y fácil de manejar.
En general, las palas son más caras porque el material tiene una vida más larga y es más ligero. Como digo, entraremos con más precisión en el futuro. Igualmente, la construcción de las palas, se realiza con la goma que lleva la misma, para poder dar más salida a la pelota.
Existen dos tipos: la goma Eva y goma Foam. La primera de ellas, la goma Eva, es más rígida, por tanto despide más; la goma Foam, es más blanda, que es ideal para la absorción de golpes. En general, la primera de ellas, suele tener más vida útil que la Foam.
Además, dentro de las gomas Eva, existen variadas, desde la más rígida Black Eva, o mucha menor densidad Eva Ultra soft o la más usada en general que es la Eva Soft, por no hablar del número de filamentos que tiene.
¿Cuántas veces nos habéis preguntado que significa 3K…15K…?
Os dejamos unas ligeras pinceladas. El número de K indica el número de hilos de fibra de carbono, que se unen en cada una de las franjas. Contra menos K, más ligeras y manejables, pero a su vez, menos duraderas en general.
Por manejo, cuando empezamos, deberíamos tener menos K, pero, según vamos avanzando, necesitaremos más filamentos para tener más dureza en la misma. Una pala, por ejemplo, 18K, ya tiene más dureza, resistencia y sale con más dureza. En futuros post, pondremos más referencias a las mismas, ya sean marcas, fibras de carbono, fibra de vidrio y gomas específicas.