Sí, en pádel, no es lo mismo entrenar que competir. Tenemos que tener esta frase siempre presente en cada momento. En muchas ocasiones, hacemos una clase extraordinaria, en la que todos nuestros golpeos son merecedores de entrar en el circuito del World Padel Tour, y no sería capaz de sacarlo ni el mejor de los jugadores.
Por tanto, nos crecemos, empezamos a pensar que nuestro compañero no es ni la mitad de bueno que nosotros, y por supuesto, que no debemos estar en esa clase, donde somos el mejor de los cuatro. O que debo ascender en el nivel que me han puesto dentro del club para tener partidos de mi nivel…
Humildad y cabeza en la pista
¡Cuidado! ¡Mucho cuidado! No es lo mismo entrenar que jugar. Cuando se hace un entreno, se enfoca el mismo en un concepto: un golpe específico e, incluso, en una táctica concreta. Para eso se entrena. Para corregir los errores o los «vicios» que tenemos y no son correctos. Y llegar a mejorar. Pero, luego, debemos trasladarlo a un partido y eso no siempre es fácil.
Insisto, ¡Cuidado! Podemos tener una técnica bárbara, y como digo hacer una clase excepcional, pero en un partido, en un pozo, en un torneo, el rival también juega, y puede tener más recursos que nosotros. O ser consciente de tus debilidades, sabiendo dónde jugar en cada momento, cosa que, a lo mejor, nosotros no hacemos.
Todos sabemos que cuando jugamos, en la pista, en general somos cuatro personas. Cada uno, distinto del compañero y de los rivales. Por eso mismo, por mucha técnica que tengamos, o nos creamos que tenemos, nuestro contrario, también juega, y va a usar sus recursos para tratar de vencernos; por ende, lo primero que tenemos que tener es respeto al rival, y mucha humildad.
Seguir las indicaciones del entrenador
En una clase, el monitor te da una serie de parámetros para mejorar, para que los traslades a un partido, y para que consigas ganar el mismo. Son la base de que cada día se vaya mejorando. Pero, insisto, debemos llevarlo a la pista, y tener herramientas suficientes para salvar los obstáculos que nos pone el rival, que serán muchos.
La idea de los entrenos y las clases está enfocada a que, cada día, vayamos creciendo, pero todo tiene su tiempo y su constancia. Para correr, primero, debemos andar. Por tanto, siempre ser humildes, respetar al rival, reforzar los valores del deporte, y sobre todo y ante todo, disfrutar de este maravilloso deporte.