En breve comienza una nueva temporada de pádel profesional. Ahora ya no tenemos a World Padel Tour, pero, como bien sabéis, no nos quedaremos sin espectáculo, ya que se ha unificado en el circuito Premier Pádel.
En este nuevo año padelístico nos encontraremos a jugadores veteranos que conocemos como Belasteguín (que se retira este año), Lamperti, Sanyo Gutiérrez, Alejandra Salazar… junto a las nuevas sensaciones como Jon Sanz, Alejandro Arroyo, Claudia Jensen, o los consagrados Galán, Tapia, Ariana Sánchez… En fin, una retahíla de grandes profesionales a los que vemos en la pantalla de la televisión y que nos encanta ver jugar.
Pero… ¿realmente debemos de fijarnos tanto en ellos como referentes? Sí y no. El pádel amateur es diferente al de los profesionales. Tenemos y debemos tener esa premisa en nuestra cabeza para entender bien este deporte y no dejarnos llevar por las cosas tan bonitas que hacen estos genios.
Las grandes cualidades de los jugadores profesionales
Los jugadores profesionales tienen una serie de condiciones, técnicas, físicas y tácticas que nosotros no tenemos (si no, estaríamos jugando con ellos), aunque la idea sea siempre de avanzar para tenerlas. Por tanto, debemos fijarnos en cada una de esas premisas para acercarnos a ellos, pero siempre siendo consciente que no somos ellos.
Primera cualidad: la técnica
Debemos trabajarla en las clases, haciendo caso a los monitores de pádel, que nos tratarán de ayudar. Cuando un profesor, te dice que debes armar más corto, no pegar tan fuerte, levantar más el codo, o poner la pala de una manera específica, no es porque le caigas mal o te tenga manía, sino para que aprendas más técnica, seas mejor jugador y tus golpes sean más precisos, mejores… no es por tocaros las narices, sino por vuestra mejora.
Una buena técnica, bien implementada, y bien enseñada, genera una mejora en el juego de forma sustancial. Repetir, repetir y repetir para automatizarla. Esa debe ser la idea.
Segunda cualidad: el físico
Los jugadores profesionales hacen un físico diario muy específico ligado al pádel. No es lo mismo que nosotros nos metamos en un gimnasio, vayamos a correr, o hagamos bici. No. El trabajo que hace un profesional está orientado por un preparador especialmente ligado a este deporte.
En las clases, nuestros monitores, os harán un trabajo físico, específico, pero limitado en el tiempo, porque no da más de sí la clase, pero si podemos tener unas nociones profesionales del mismo. Arrancadas, sentadillas, cuerdas… son elementos que pueden ayudarnos en nuestros partidos.
Tercera cualidad: la táctica
Igualmente, y para no variar, debemos hacer caso a nuestros profesores. Los jugadores de élite saben perfectamente donde tirar cada bola en un partido. Apenas, “se juegan fichitas”, ya que eso haría que en la gran mayoría de los casos, “se vendieran” y el rival les ganase el punto.
Por eso, y vuelvo a recalcar, cuando un monitor, os dice «jugar a los espacios, insistir por el medio, o bajar la velocidad del golpeo», o cualquier otra circunstancia, no es porque, como he dicho anteriormente, os tenga manía, sino porque quiere haceros jugar mejor.
La táctica es, posiblemente, la mejor herramienta que tendréis nunca. Si sabéis elegir bien donde jugar la bola, y a qué velocidad en cada momento, ganaréis muchos más partidos. Recordar que siempre debemos tener la jugada en la cabeza y buscar la mejor opción.
Por tanto, y resumiendo, haced caso a vuestros monitores y no tratéis de sacar todas las pelotas por tres, o hacer una dejada espectacular por la puerta, por mucho que cuando veamos a los profesionales, nos encante. Seamos conscientes de nuestras limitaciones, y haced caso a los profesores, que os corrigen para que sigáis avanzando.